viernes, 20 de octubre de 2017


Ha pasado un año de esta foto y todo no puede ser más diferente. 
Este año no cogeré las hojas del suelo para lanzarlas sobre nuestras cabezas. No.
No jugaré con ellas, ni me sentiré como  una niña en el patio del recreo. No. 
Solo las observaré. 
Observaré cómo van cambiando de color hasta secarse, para después caer y separarse para siempre de la rama en la que estaba sujeta. 
Como nosotros, cuando decidimos secarnos y dejarnos caer. 
Para no encontrarnos más. 
Será el otoño más triste del mundo, porque ya te has ido. 
Y yo seré una hoja más. De todas las que existen. 

Y, ¿Qué tiene de especial una sola hoja en pleno otoño?

lunes, 12 de diciembre de 2016


Hay personas que te abrazan y te quitan todo el frío. 
Pero no el frío de un día de invierno en plena madrugada. 
Sino ese frío que has sentido durante tanto tiempo y que no recuerdas cuando empezó. 

Y llegan y lo hacen.
Y ya no tienes ganas de mirar a nadie más, porque solo esperas.
Otro abrazo.
Otra mirada.
Otra sonrisa que lo cambia todo. 

Entonces sabes que lo has encontrado. 
Que nunca antes lo habían conseguido y no puedes dejarlo ir tan fácilmente.
Y te repites cada día, antes de acostarte,
que si tuvieras que volver a elegir...Lo elegirías mil veces más.

viernes, 22 de julio de 2016

Soy como una tormenta de verano, de esas que llegan sin avisar y lo ponen todo patas arriba. Soy, quizás, el día y la noche juntos a la misma hora. El silencio incómodo de una conversación. La palabra que no encuentras para el momento indicado. La que se pierde para encontrarse otra vez al final del día.
Soy la furia y la calma en una discusión. La que busca la excepción que confirma la regla.

Pero también soy la que sonríe tímida cuando me miras de reojo. La que se sonroja cuando me besas la nariz. La que cierra los ojos cuando me das un abrazo. La que cuenta las horas que faltan para volverte a ver.


Sé que soy y eres. Sé que eres y soy. 
Sé lo que soy cuando estoy contigo. Sé lo que soy cuando estoy sin ti, 


viernes, 8 de julio de 2016

Por si no vuelves


Voy a dejar la puerta medio abierta, por si te da por volver a entrar.
Voy a usar de almohada aquella camisa que todavía huele a tí. 
Voy a recorrer todos los sitios en los que estuve contigo.
Voy a cerrar los ojos y a imaginar que sigues aquí. 

Por si no vuelves voy a decirte lo mucho que te quiero.
Por si no vuelves y quiero que estés aquí.
Por si no vuelves, solo si no vuelves y me quiero acordar de ti.


viernes, 22 de abril de 2016



Tengo varias puñaladas en la espalda de todas las palabras que algún día pronunciaste.
Con el tiempo, las puñaladas pasaron a ser heridas y después, cicatrices. 

A veces parece que se abren si te vuelvo a ver y otras siento que duelen si te vuelvo a recordar. 


lunes, 29 de febrero de 2016

Querida yo del pasado,

Si pudiera cambiar algo solo sé que no cambiaría nada. 
Que las decisiones que tomas me hacen ser quien soy hoy.
No dejes que nadie te robe la sonrisa porque luego te costará recordar como sonríe sin tener miedo.
Quiero que seas consciente de que te harán mucho daño pero te darás cuenta de que será porque quisiste de verdad e incondicionalmente.
Aprende ya que nadie es imprescindible y que la felicidad está guardada en ti misma.


Y sobretodo, vive cada día como si no hubiera otro más porque nunca sabes lo que te va a pasar y tampoco sabes cuál será el día que recuerdes el resto de tu vida. 



sábado, 13 de febrero de 2016

Abrir la boca y gritar sin voz, que nadie me escuche pero que todos me entiendan.



A veces creo que los años no consiguen borrar los recuerdos que tengo escondidos. A veces creo que son los propios recuerdos los que no quieren irse. A veces creo, que cuando menos me lo espero, el recuerdo aparece en forma de perfume, en forma de imagen o en forma de palabra para recordarme que sigue ahí y que nunca se ha ido. 

Empiezo a pensar en todos aquellos momentos, en qué pasó y en qué no dije, ¿Por qué hice aquello?, ¿Por qué fui tan estúpida?, ¿Por qué no me di cuenta a tiempo?

Y entonces lo veo claro.
Sé que soy yo la que no dejo que el recuerdo se marche. Sé que me agarro a ello porque en el fondo, no quiero que se vaya.

Porque el recuerdo tiene nombre propio y las historias solo mueren cuando dejan de recordarse.