lunes, 29 de febrero de 2016

Querida yo del pasado,

Si pudiera cambiar algo solo sé que no cambiaría nada. 
Que las decisiones que tomas me hacen ser quien soy hoy.
No dejes que nadie te robe la sonrisa porque luego te costará recordar como sonríe sin tener miedo.
Quiero que seas consciente de que te harán mucho daño pero te darás cuenta de que será porque quisiste de verdad e incondicionalmente.
Aprende ya que nadie es imprescindible y que la felicidad está guardada en ti misma.


Y sobretodo, vive cada día como si no hubiera otro más porque nunca sabes lo que te va a pasar y tampoco sabes cuál será el día que recuerdes el resto de tu vida. 



sábado, 13 de febrero de 2016

Abrir la boca y gritar sin voz, que nadie me escuche pero que todos me entiendan.



A veces creo que los años no consiguen borrar los recuerdos que tengo escondidos. A veces creo que son los propios recuerdos los que no quieren irse. A veces creo, que cuando menos me lo espero, el recuerdo aparece en forma de perfume, en forma de imagen o en forma de palabra para recordarme que sigue ahí y que nunca se ha ido. 

Empiezo a pensar en todos aquellos momentos, en qué pasó y en qué no dije, ¿Por qué hice aquello?, ¿Por qué fui tan estúpida?, ¿Por qué no me di cuenta a tiempo?

Y entonces lo veo claro.
Sé que soy yo la que no dejo que el recuerdo se marche. Sé que me agarro a ello porque en el fondo, no quiero que se vaya.

Porque el recuerdo tiene nombre propio y las historias solo mueren cuando dejan de recordarse.