domingo, 23 de octubre de 2011

Adiós 18.

Otro año que se va sin apenas darme cuenta. Parece que fue ayer cuando soplaba aquellas velas de dos números, el 1 y el 8.
Ha sido un año increible, tanto por las cosas buenas como por las cosas malas. Empecé con muchas ganas por eso de la mayoría de edad, pero con el tiempo me di cuenta de que no eran tan especiales.
Perdí gente muy importante, sobretodo uno de los apoyos más grandes que he podido tener en esta vida, mi abuela, mi alegría, mi segunda madre, a la que no tendría vida suficiente para agradecerle todo lo que hizo por mi cuando estuvo aquí. Por otra parte mantuve a la gente de siempre, las mismas amigas, que siguen aguantándome día tras día, y a mi familia, que sigue siendo mi apoyo a diario. Tampoco voy a negar que este año he conocido gente fantástica, que estoy segura que permanecerán por mucho tiempo conmigo.
No ha sido el año más feliz de mi vida, pero sé que lo echaré de menos. Las fiestas, los desmadres, los errores de una adolescente...los seguiré teniendo, estoy segura, pero probablemente no sean tan intensos como estos pasados, las primeras veces son las que se recuerdan siempre.
Digo hola a los 19 mucho más madura que como recibí los 18. Eso de que los golpes te hacen madurar es totalmente cierto. Gracias a todas las personas que permaneceis todavía conmigo, y a los que no pues...será que no tendríais que estar a mi lado.


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