martes, 11 de marzo de 2014

Estoy hecha de recuerdos. Algunos me alegran la mañana y otros me amargan las noches. Unos se manifiestan con una sonrisa y otros se camuflan entres tímidas lágrimas. No tengo control sobre lo que quiero recordar y lo que no, puede que lo que haga hoy no lo recuerde nunca mas o puede que hoy salga a la calle y lo recuerde el resto de mi vida, no sé. 
Ojalá tuviera en mi cabeza un álbum de fotos donde ordenar los recuerdos por secciones. Por un lado estaría la sección de "Nunca mas recordar" en la que estarías tu, estarían mis enemigos y los días de lluvia; y por otro lado estaría la sección "Recordar cada mañana al levantarme" y en el ordenaría los recuerdos más bonitos que merece la pena no olvidar, esos recuerdos que te hacen sonreír inconscientemente, exacto, por ejemplo aquel en el que te reíste tanto que te dolía la tripa, o aquel en el que tu abuela te abrazaba como si fuera la última vez...      Si no existieran los recuerdos, no sería quien soy hoy.  



No hay comentarios:

Publicar un comentario