domingo, 15 de noviembre de 2015


Me pongo recta, incluso un poco tensa porque se lo que se avecina. Avanzo, noto como el pie titubea en cuanto toma contacto con el frío mármol. Y avanzo. Le veo, está allí de pie, como siempre, haciendo lo que hace siempre, sonriendo como siempre. Y vuelvo a avanzar, una vez, otro paso más.

-Hola - Me atrevo a decir,
-Hola - Responde.




Y ya está. La palabra se queda corta pero es suficiente para saber que no hay marcha atrás, me lo indica mi temblor de piernas y el nudo en el estómago que casi duele. Ya estoy perdida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario